Mi Journey
Donde Todo Comenzó
Antes de comenzar este proceso, estaba prediabética, hipertensa, y mi nefrólogo estaba preocupado por las enzimas en mis riñones. Mi presión arterial no bajaba de 165/100, aun con medicamentos como 100 mg de metoprolol e irbesartan HCTZ 150/12.5.
También tenía triglicéridos altos, hígado graso… y algo que pocas veces se habla: binge eating. Yo era de las que seguía la dieta perfecta todo el día, pero a las 3 de la madrugada me levantaba y acababa con todo lo que había en la nevera.
Lo Que No Se Veía
Pero más allá de lo físico, lo que no se veía era aún más fuerte. Tenía depresión. No quería salir de mi casa, no me podía mirar en el espejo, me sentía llena de self-hate y decepcionada de mí misma.
Trabajo desde casa, así que tenía que ponerme una máscara todos los días, fingiendo que todo estaba bien durante las reuniones... pero nadie veía lo que realmente estaba pasando. Nadie, excepto mi esposo.
El Punto de Inflexión
Mi esposo es software developer, y siempre está al día con lo más nuevo, tanto en tecnología como en medicina. Y fue él quien me habló por primera vez de este tratamiento. Me dijo: "He estado leyendo sobre esto y creo que te puede ayudar."
En abril de 2023 comencé con semaglutide. Al principio no fue fácil. Mi endocrinóloga no creía en el medicamento, así que tuve que buscar por mi cuenta.
En abril de 2024, ya en fase de mantenimiento, fue que llegué al Dr. Alan Rodríguez. Ahí fue cuando cambié de clínica y comencé con Zepbound. Gracias al Dr. Rodríguez he aprendido muchísimo más.
El Proceso Real
Pero no fue un camino perfecto. Me eduqué muchísimo. Cometí errores, me estanqué, se me cayó el pelo. Metí la pata muchas veces. Pero me puse a leer, a investigar, a estudiar. Leí hasta papers científicos.
Hoy me muevo todos los días, hago ejercicios de resistencia con pesas, pilates y yoga. Sigo una dieta balanceada de mantenimiento, sin eliminar grupos de alimentos, y mantengo una relación sana con la comida.
Mi Propósito
Y de todo eso —de mis errores, de mis aprendizajes, de mis días oscuros— nace mi contenido. Lo que comparto en mis redes es para que otras mujeres, otras amigas que están empezando, no tengan que pasar por lo mismo.
Esto no es una dieta. Es un cambio de estilo de vida. Y el medicamento es solo una herramienta para ayudarte a conquistar lo más difícil. El resto lo haces tú. Y sí, vale la pena.